Hablemos de Odom

Pasada ya la resaca de la inmediatez, y las endorfinas en caliente, es el momento de analizar la situación Odom, de hacer balance, y de sacar conclusiones para el futuro.

En mi opinión, las conclusiones deben sacarse desde dos puntos de vista diferentes, por una parte las conclusiones objetivas y por otro las subjetivas, sin tener claro cuales de ellas son más importantes, pero dejemos eso quizá para las conclusiones.

Balance objetivo.

De los datos objetivos de Lamar Odom, creo que debemos establecer al menos dos criterios a analizar, el resultado económico y el resultado deportivo

El resultado económico arroja un balance positivo. Eso ha declarado públicamente el presidente del Baskonia, así como las informaciones que me llegan a mí. Éste, como todos los números que salen del Baskonia, es un hecho que ni se puede ni se va a contrastar, pero que yo, al menos, me creo. Independientemente de entradas o camisetas (que no creo que hayan sido significativas), hemos visto que fue llegar Lamar Odom, y visitar al alcalde. Lo que para algunos fue una escenificación del “Bienvenido Mr Marshall”, ha resultado a la postre significar un compromiso planificado y remunerado… Pocos días después de la famosa foto, la capitalidad gastronómica adornaba las camisetas de calentamiento del Baskonia, y ayer se presentaba en rueda de prensa el alcalde con el presidente del Baskonia anunciando una nueva camiseta del Baskonia con este motivo, así como actividades paralelas relacionadas con la publicidad en el campo y en la TV.

Pese a que el alcalde en Twitter afirmaba que la colaboración del Baskonia era altruista (que el Ayuntamiento no iba a abonar ni un euro), esa afirmación, con perdón, no se la cree ni el más ingenuo vitoriano. Y no por no conocer al alcalde, sino por conocer a Josean Querejeta. ¿Y el costo de traer a Odom? Lo desconozco, pero dado que su estancia ha sido tremendamente breve y que las condiciones de su fichaje fueron sumamente ventajosas, creo que en la balanza coste-ingreso, Baskonia sale claramente vencedor.

Balance deportivo. Hablando de datos puramente objetivos (luego hablaremos de los subjetivos), el Baskonia no diría que haya salido airoso, pero al menos no ha empeorado sus números respecto al global de la temporada en la época Odom. Tres partidos ACB hasta su viaje a NY (Valladolid, Valencia y Joventut) saldados con dos victorias (un 66%, porcentaje algo mayor que el que presenta hasta la fecha el Baskonia en la competición, del 52%), mientras que de los dos envites Euroliga (Unicaja y Pao), el 50% de victorias (Un 33% si incluimos también el del Barça, aunque acababa de aterrizar) rondando el 40% de esta temporada del Baskonia en Europa Es decir, deportivamente, mientras Odom ha estado en Vitoria, el equipo ha mantenido su porcentaje de victorias/derrotas. Dejémoslo en MUS.

Balance subjetivo.

Si hablamos de hechos subjetivos, creo que debemos hablar de lo que Odom ha aportado al equipo en cuanto a repercusión, en cuanto a credibilidad y en cuanto a aspectos deportivos.

El resultado en repercusión es claramente beneficioso para Baskonia y Vitoria. Vitoria se ha ubicado en el mapa baloncestístico mundial, generándose una serie de trending topics, de repercusiones directas e indirectas en medios y de realce de la marca Baskonia y de Vitoria. El impacto Odom fue de una contundencia brutal, con medios especializados de basket hablando de Baskonia y Vitoria, y con una repercusión que yo soy incapaz de calcular.

En la credibilidad, tenemos opiniones para todos los gustos. Habrá quien opine que el Baskonia ha ganado credibilidad a la hora de poder afrontar fichajes de este calibre y quien opine que el Baskonia ha hecho el ridículo al traer a una vieja gloria que no podía jugar al baloncesto. Yo me quedo en una posición intermedia. Creo que Baskonia sale tocado de esta operación, donde abundan los emperadores del “yo ya lo dije”, y pueden aprovechar la ocasión para despacharse a gusto. Pero no la comparto.

Creo que Baskonia arriesgó porque se le presentó la opción de arriesgar, y calculó que un jugador como este al 30-40% iba a mejorar de manera sustancial las prestaciones que el equipo tenía hasta la fecha. Para mi el Baskonia se retrata en una vía; No tenemos capacidad para acudir al mercado de las “perlas contrastadas”, y debemos apostar para intentar crecer.

A este sentido, puedo oponer dos ejemplos claros de credibilidad asociados a esta campaña. Baskonia arriesga trayendo a Milko Bjelica, un jugador sin equipo desde que Baskonia decidiese prescindir de él por su bajo rendimiento de los dos años anteriores. Se escuchó de todo en Vitoria tras su fichaje…De todo salvo la palabra ilusión. Una apuesta basada en una serie de indicadores, en los que los embajadores del “yo ya lo dije” tuvieron que callar porque la apuesta salió buena, y porque Bjelica dio más de lo esperado. Al final Baskonia no pudo competir con otras ofertas por Bjelica y tuvo que dejarlo ir… Y ahí si, ahí a los embajadores que no supieron pronunciaron la palabra “ilusión” dos meses antes, se les escapó la palabra desilusión. Incluso decepción. Y enarbolaron el “yo ya lo dije”, pero esta vez asociado al “no se le debió dejar marchar”.

Con Odom fue todo lo contrario. Yo, embajador del optimismo en todo lo que rodea a Baskonia creía que Odom sería capaz, con trabajo y paciencia, de lograr un nivel (¿Un 30%?¿Un 40%?¿Un 50%?) aceptable para poder aportar al equipo. ME EQUIVOQUÉ. Odom llegó a un tren en marcha, pidió al maquinista que bajase la marcha para poder subirse, pero vio que era imposible. Y dejó escapar el tren. Luego hablaremos de ello.

Aspecto deportivo. Odom ha aportado cero patatero deportivamente al Baskonia en la cancha… pero quizá no todo haya caído en saco roto. La llegada de Odom coincide con el resurgimiento de Leo Mainoldi, no como un jugador determinante, pero si al menos como un jugador útil. La llegada de Odom coincide también con la explosión de Tibor Pleiss. Coincide también con un cambio anímico en el rendimiento de Andrés Nocioni, que quizá travesaba por una pequeña depresión tras su jugada final en el partido de copa, y que parece resurgir. Los tres jugadores que comparten puesto con Odom han mejorado sustancialmente sus prestaciones mientras Odom estuvo en Vitoria. Quizá Odom no tuvo nada que ver, pero quizá su sombra y la cabeza de los Nocioni Mainoldi y Pleiss si hayan convergido de alguna forma. Llamémosle amenaza, llamémosle ilusión… no se como llamarlo, pero ahí están números y sensaciones de los tres pívot baskonistas.

Conclusiones.

No voy a repetir aquí lo dicho en el artículo. Que cada uno saque las suyas. Pero si voy a establecer dos opiniones a modo de conclusión:

1. ¿Por qué Odom no ha cuajado en Vitoria? Cada uno tendrá su propia idea al respecto, pero la mía está clara. No es lo mismo entrenar en solitario que subirte a un tren en marcha. Odom calibró mal Europa y lo que puede suponer un tren europeo de mercancías. Creyó que se le respetaría el estatus de estrella y se le permitirían ciertas licencias que se respetan en la NBA. Que le darían un tiempo para ponerse en forma y debutar, que el equipo pararía por él, que se le arroparía… Y se intentó. Pero todo el mundo presionó para ver jugar a Odom cuanto antes, y el tren pudo bajar un par de marchas un par de días, pero no más. Odom se vio fuera de forma y ritmo, y con un dolor en la espalda. Cualquier integrante del tren en marcha, hubiese jugado con su dolor, estoy seguro, pero Odom y su entorno pensó que, quizá, forzar ahora no le ayudaría, o que se le podría agravar por su inactividad. Creo que también pensó que jugar a un 30% o un 40% de su capacidad, no le beneficiaría a él en nada. Quizá si a Baskonia, pero no a él en su intento de volver a la NBA o de volver a ponerse en el escaparate como jugador importante. Y toma la decisión de marcharse.

2. ¿Volvería a fichar un Odom? Depende. En las circunstancias en las que estaba Baskonia, sin duda. ¿Cuáles son esas circunstancias? Prácticamente eliminado del Top-16, y sin una presión clasificatoria en la ACB más allá de clasificarte para el playoff, algo que, en mi opinión, se iba a producir con o sin Odom, con o sin refuerzo. Baskonia tenía por delante 20 partidos para intentar construirse como un equipo competitivo para el playoff. Sin urgencias inmediatas. Ahí el salto de calidad que puede producirte un jugador de la talla de Lamar Odom es brutal, comparado frente a un fichaje”parche” que pueda darte un relevo puntual de rendimiento más inmediato. Ahora bien, si fuese Valencia o Unicaja, por poner dos ejemplos cercanos a nuestro potencial, quizá no arriesgaría. ¿Por qué? Unicaja se está jugando el Top-16 y necesita un refuerzo que rinda hoy. Valencia se está jugando la Eurocup/Euroliga y necesita un refuerzo que rinda hoy. El beneficio inmediato prima sobre el futuro. No era la situación del Baskonia, que atraviesa una meseta donde siendo séptimos (el mejor lugar que puede ocupar Baskonia sin duda), el playoff depende más de su capacidad competitiva en Mayo que de su rendimiento inmediato en marzo.

De modo que si, sin duda, volvería a fichar a Odom si me fuese atrás en el tiempo al 18 de febrero. Eso si, un poquito más de suerte nos habría venido francamente bien….


Gracias Baskonia por intentarlo. El que no arriesga no gana. Y Aupa Baskonia.

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