Faraones, asistencias, éxitos y fracasos

Hoy quizá debería hablar de Odom. La estrella que llega hace tres semanas a Vitoria a poner patas arriba la ACB y la Euroliga, y que hoy ha cogido un avión a NY tras jugar menos de 20 minutos con el Baskonia. Lo se, debería hacerlo… Pero me vais a perdonar que no lo haga… No sé qué escribir. Quiero escribir que esta situación es normal en una estrella como Odom, que quiere cuidar su salud por encima de todas las cosas en su intento de vuelta al Basket de élite, y quiero creer que Odom, que sólo conoce Vitoria por sus pinchos, no confía en los médicos de aquí, y que como es una estrella y se lo puede permitir, se va a NY a que su médico personal le diga cómo recuperarse. Quiero creer… pero me falta conocimiento y criterio.

Si Odom vuelve en tres días tranquilo porque su médico le ha dicho que no es nada, tampoco sabría si interpretarlo bien o mal. ¿De verdad cada vez que le duela algo a un jugador de 34 años que lleva sin jugar 10 meses se va a ir a NY? ¿Y si nos pilla en playoff? Por otra parte… ¿Y si resulta que su lesión no es un simple dolor y no vuelve? La verdad, no quiero ni pensarlo. Ni escribirlo… y vuelvo al punto de partida. Me falta información.

También debería hablar de la buena racha de Baskonia. Buena “miniracha”. La victoria de Grecia fue importante por romper una dinámica negativa y sobre todo por recuperar sensaciones y confianza. Unas sensaciones y una confianza que le sirvieron para borrar a un rival directo como Joventut del campo, en un partido que no fue partido porque Baskonia, quizá por primera vez en lo que va de temporada, fue una apisonadora. Pero permitidme que sea cauto, y deje este artículo para la semana que viene si Baskonia es capaz de mantener el pulso. Y mantener el pulso significa ganar a Estudiantes y competir hasta el final (y si se puede ganar, mejor que mejor), frente a un, no nos engañemos, muy superior Milán.

Pero hoy quiero detenerme en varios debates que están surgiendo en la ciudad acerca unas cuestiones que no se por qué extraña razón, están intentando dañar la imagen baskonista. Por una parte se está vendiendo un fracaso de público y asistencia al Buesa Arena esta temporada, metiendo en el saco a Lamar Odom y la gestión de su fichaje, e incluso apuntando a la capacidad del Buesa Arena y de la conveniencia o no de su construcción. El debate fue iniciado en la red social twitter por el conocido blogger “Capita Enciam” (@elcapitaenciam ) apuntando a la peor asistencia de público de esta temporada (8.139 personas, cifra oficial) y reflexionando acerca de las razones que llevan al “poco” público al Buesa. Imposible reproducir aquí dicho debate, que en cualquier caso fue enriquecedor… Hoy se le echaba más leña al fuego, en concreto, un artículo de opinión en Diario de Noticias de Álava, escrito por Iñaki Angulo (@inakiangulo) en el que reflexiona acerca de las pirámides, los faraones y la conveniencia de disponer de un campo de 15.000 espectadores.

No es mi intención reproducir el debate, ni rebatir las opiniones que se vierten, porque además, como en todo debate, no sólo los que lo inician aportan, hay mucha gente que ha opinado, y de todas las opiniones se puede sacar algo… pero si quiero dejar clara mi postura acerca de esta situación, y plantear una serie de reflexiones:

Lo primero de todo. El campo, el Fernando Buesa Arena. El moderno recinto de 15.000 espectadores que la Diputación Foral de Álava ha decidido reformar para que el Baskonia dispute sus partidos. Remontémonos a unos años atrás, cuando se plantea dicho proyecto. En el proyecto, no hubo debate, o miento, lo hubo, pero no acerca de la capacidad del pabellón, sino de la idoneidad de mantener o no la famosa cúpula de la antigua plaza del ganado. Vitoria debatía acerca de si la cúpula si o la cúpula no, pero no acerca de si 15.000 si o 15.000 no. Y digo Vitoria… ¿Por qué existió debate en el seno de la Diputación? De existir fue tan leve que ni lo recuerdo…Todos recordamos el agrio debate que se mantuvo en el Ayuntamiento acerca de si se montaba un Auditorio o no, de si se montaba en el paseo de la música o en Lakua… vitorianos y políticos se enzarzaron hasta casi despellejarse. También podemos recordar el agrio debate acerca de la estación de autobuses, que si intermodal, que si autobuses, que si aquí que si allá. Debate de altura. ¿Pero y el Fernando Buesa Arena? Una balsa de aceite. Nadie, y digo nadie dudo de la conveniencia de la reforma en el momento en que se planteo, más allá de si manteníamos o no la txapela. Y digo esto, porque cualquier crítica, a posteriori, es ventajista…

Hablemos ahora acerca de si la capacidad es alta o baja. El Baskonia dispone de algo más de 8.000 abonados. No se si es record de la ACB (quizá el real Madrid tenga alguno más, lo desconozco), pero si no es record, está cerca. Pues bien, un club con más de 8.000 abonados, puede jugar perfectamente en un campo de 9.000 o en uno de 15.000 , pero está claro que si juega en el de 9.000 tiene el crecimiento absolutamente limitado. ABSOLUTAMENTE. Para partidos de altura (unas semifinales para jugar la final four, una semifinal o final de liga ACB, una copa del rey, una Supercopa), en el que deber reservar un cupo de localidades al equipo rival e instituciones, tu campo estará completamente lleno, algo que es fantástico quizá para el espectáculo (es precioso jugar en un campo lleno), pero que impide al club crecer. Es cierto que este Baskonia no es el mejor de los últimos años, pero sin serlo, este pabellón ha visto, por ejemplo, un cruce para la final four frente al CSKA, que registró una entrada de 12.114 espectadores, o se jugó una semifinal de liga frente al Real Madrid que metió 14.500.

¿Vamos a tener una mañana de domingo, cuando el Baskonia va 11º y frente al Joventut 14.500? ¡Pues claro que no! Pero nadie lo pretendía cuando se construyó el pabellón. El pabellón está pensado para que los abonados disfruten de un partido de forma cómoda, y para que el club pueda crecer y soñar con meter cinco veces al año 14.000 personas. Todo lo demás es demagogia…

Y ahora bien, apuntar, quizá en el momento más bajo del Baskonia de los últimos diez años (y mira que me cuesta escribir esto), a un fracaso el meter 8.000 personas un domingo por la mañana a un campo de Basket, es poco menos que surrealista. ES UN ÉXITO. Hay quien dice 8.000 de una capacidad de 15.000 es poco más del 60%. Cierto. Pero yo podría responderle, 8.000 en una ciudad de 250.000. Supérame ese ratio en cualquier campo de España de Basket y me quito el sombrero.

Y acabo con el campo… Josean Querejeta no es un faraón que deja su pirámide. Josean Querejeta es un gestor que ha sido lo suficientemente hábil para convencer a la Diputación foral de Álava que deje un legado para que un club de Basket pueda pensar a lo grande y en grande. Para que se pueda soñar con un equipo grande. ¿En el corto plazo? Imposible… pero pensando en el corto plazo, nunca se hubiese salido del frontón Vitoriano, ni de Mendizorroza, ni de la primera plaza del ganado… pensando en pequeño te conviertes en el futuro en pequeño. Pensando en grande quizá no llegues a crecer.. Eso está por ver, pero al menos te aseguras tener una casa y un coche pensado para la familia numerosa. Un club que ronda los 9.000 abonados, en un campo de 9.000, es como mi hijo de tres años metido en pantalones de la talla 2. No puede crecer.

Para una entrada futura, prometo más baloncesto y menos pabellón… ¡Lo prometo!