Semana dura

El partido del sábado frente al Real Madrid fue un partido de sacar conclusiones mentales (no deportivas), no por el partido en si, sino por como se encaró. Dicen que la “actitud mental positiva” mueve el mundo. Esa actitud que vimos en el Real Madrid y no en el Baskonia. Esa actitud que tienen los grupos ganadores… Esa actitud que ha llevado al Baskonia tan lejos.

Ahora no la hay. Hay depresión. Hay una sensación de que no se puede. Una sensación en la que exigimos ver “huevos”, porque creemos que es lo único que podemos ver, ya que la situación de ganar la tenemos descartada. Y hablamos de un grupo que hace sólo mes y medio afrontó una semana como esta (Unicaja y Barcelona consecutivamente) con actitud no de enseñar huevos, sino de ganar. Y no se ganó por huevos, sino que se ganó por baloncesto. Por acierto (y el acierto está íntimamente ligado a la confianza).

El sábado vimos huevos. Quizá es lo que tocaba, sobre todo porque veníamos de una dolorosa derrota en Turquía, quizá porque estamos de lesiones hasta el mismísimo orto, o quizá porque nos visitaba un equipo que transmite ser intratable e inganable. El equipo puso lo que había que poner. Poeta perdió su salud por ponerlo. Nocioni se encaró a Mirotic y con él, al mundo, Scariolo fue expulsado por protestar, y Ilimane volvió a dar una lección de cómo meterse al público del Buesa en el bolsillo.

Pero si hablamos de acierto o de baloncesto, eso es otra cosa… El Baskonia, sin confianza, falló como escopeta de feria. (4/21 en triples vs 13/26 del Madrid. #findelacita). Y sin acierto este equipo no sabe jugar. Rectifico, no es que no sepa, es que quizá no tenga la calidad necesaria para hacerlo.

Ahora llega el Barça, y luego el Unicaja de nuevo (con un paréntesis, quizá un oasis pucelano). De si encaramos esta semana con actitud mental positiva o sin mentalidad, puede depender que vivamos otras puñaladas o que revivamos.

Dificultad

Pero hay ciertas cosas que se deben hablar, porque en esta vida no todo es actitud o mentalidad. Hacen falta mimbres. Y el Baskonia tiene en este momento unos mimbres muy muy justitos. La plantilla ha sido ya mil veces analizada, por lo que no volveré sobre ello, pero lo que está claro es que quitando tres jugadores (Heurtel-Nocioni-Pleiss), el resto de jugadores no son de un nivel acorde a las pretensiones del Baskonia. Jugadores de perfil medio que con confianza y acierto rinden, pero sin el poso de calidad necesario para competir estando mal.

Ahora mismo dos dudas principales asaltan la mente de los gestores del Baskonia: El base y el pívot.

Pívot:

Hamilton, con un par de meses de baja por delante debe (no puede, sino debe) ser sustituido. Y digo debe, porque no es una opción. Porque Mainoldi da poco y en vez de ir a más, va cada día a menos (bien empujado por la grada del Buesa que en vez de pitar a quien lo fichó, pita al chaval, que no tiene culpa por ser tan malo), porque Nocioni no puede jugar los 40 cada día y llegar vivo al playoff, y porque Pleiss no sabe jugar más de 20 minutos seguidos sin irse al banco con cinco personales. Esta es la triste situación real del juego interior más corto que se recuerda en Vitoria en muchos años…

Y me quedo corto… Yo no se si lo que Hamilton necesita es un sustituto temporal o un sustituto definitivo, al menos este año (quizá el año que viene, en un rol diferente con tres compañeros diferentes puede ser distinto). Yo, personalmente, optaría por un sustituto de calidad para lo que resta de temporada. Y no es tanto por la calidad de Hamilton, sino porque le toca jugar un rol que le queda enorme.

Base:

Pfff… que difícil. Hodge, una apuesta tanto deportiva como económica (¿De verdad gana 600.000 al año, como se ha publicado?) brutal en verano, ha fallado en cualquiera de los dos roles que se le adjudicaron. Como base titular, no es capaz de imponer un ritmo de partido adecuado, y aparte de estar fallando en exceso como lanzador, en la generación tampoco está haciéndolo bien. En su rol como base suplente lo ha hecho mejor, quizá capaz de cambiar un ritmo de partido y de dar algo más de estabilidad a la segunda unidad, aunque sin brillantez. Probablemente antes de que tuviese tiempo para asumir su puesto en Vitoria, fue sustituido por Poeta, y se quedó atrapado en una pequeña jaula de oro…

Me explico, un jugador más barato, es cortado y punto. No te gusta un americano, lo quitas, como hizo en el pasado Baskonia con Dorsey o Williams, por poner un ejemplo. Pero el alto sueldo de Hodge, y la situación actual del Baskonia, imposibilitaba una rescisión que no fuese traumática o quizá definitiva para el equipo… Así que se le deja en el equipo, sin rol ni misión, a ver como un jugador peor que él le iba a coger el sitio… Según va avanzando la temporada, y cada vez queda menos, tanto por jugar como por cobrar, iban apareciendo pretendientes dispuestos a poner algo de jamón para hacer una tortilla. Pero cuando ya se estaba a punto de comer la tortilla, se lesiona Heurtel. Y Poeta. Y de repente te encuentras en un partido, jugando con Devon Van Oostrum de pareja de baile, frente a todo un Real Madrid. Y ahora, quizá, la tortilla se la quiera comer el Baskonia.

Poeta. El caso de poeta es de estudiar. Evidentemente cuando fue fichado, se hizo buscando marcar los roles de los bases baskonistas. Galones a tutiplé a Heurtel, y un rol de base suplente capaz de mantener la verticalidad del juego para Poeta. Pero Poeta llega en un rol tan asumido de base suplente, que sigue siéndolo aún cuando falla el titular (¡Ay esa Copa de Málaga, como desnudó a Poeta!).

El baskonismo descubre en Poeta un jugador ultralimitado, aunque con mucha casta y ganas de demostrar. Pero tan limitado en una plantilla tan limitada, que cuesta creer que se pueda construir nada sólido con esos cimientos.

¿Y ahora? ¿Conley-Travis Hansen v2.0? Evidentemente hay tres opciones:

1. Mantener en el equipo a Walter Hodge y cortar a Poeta. Esta opción tiene sus ventajas y desventajas… ¿Ventajas? Dos bases ya integrados y conocidos, que dominan los sistemas y que no suponen más cambios ACB. ¿Inconvenientes? Si no se confiaba en esta pareja en enero, puedes acabar tragando con pulpo como animal de compañía, pero no creo que las confianzas hayan cambiado, pese a que Hodge haya demostrado ser un profesional como la copa de un pino.

2. Fichar un sustituto temporal para Poeta y esperarle a que se recupere, y ceder a Hodge. Entre que los huevos para la tortilla de jamón los pone el Baskonia (y que son huevos Euskolabel de calidad), y que para 15-20 días, el nivel del temporero que te puedes traer nos lo podemos imaginar todos, esta opción es para mi la más descabellada de todas. Un Poeta que aún no se ha integrado del todo volvería en el mes de marzo, y vuelta a empezar a construir equipo, casi sin margen.

3. Cortar a Poeta, ceder a Hodge y fichar un base de garantías hasta el final de temporada. Quizá la opción más lógica de todas, te comes los huevos de Euskolabel, pero con el dinero del jamón quizá te de para fichar algo decente, y quizá tengas una pareja de bases de la confianza del cuerpo técnico, y con tiempo para empezar a rendir. Sería la opción que yo eligiese…

Sea como sea, los movimientos tienen que producirse de forma rápida. No más partidos con Devon y “Hodge en el limbo” como bases, por favor, ni más partidos con San Emeterio jugando de pívot. Ya no es una cuestión de ganar o perder, es una cuestión de construirse, de crecer en tu entidad como equipo.

Y encaremos los siguientes compromisos con actitud mental positiva. TODOS. Desde el entrenador a los jugadores y, por supuesto, la afición. Y reconozcamos que ni el entrenador, ni los jugadores ni nosotros mismos hemos mantenido esta actitud. No se si se logrará o no, pero el jueves hay que ir a por el Barça a ganar, pensando en que los tiros van a entrar y en que tal y como hicimos hace 45 días, podemos vencerles con confianza.