La Copa de Llull

Terminó ya la copa de Llúll, una Copa que será recordada por mucho tiempo por su final, una final de esas que marcan una generación (como la marcó la canasta de Solozabal, la de Elmer Bennet o la de Pete Mickeal), con remontadas imposibles y victorias sobre la bocina. Una Copa que se la lleva un merecido campeón, Real Madrid, que ha dominado la competición, y que deja a un finalista crecido, el Barça, que a pesar de caer tras el canastón de Llull, se queda con esa sensación de capacidad. Se puede ganar al Real Madrid.

Esta copa ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de la bipolaridad. Una bipolaridad que ya no se puede esconder, y que con la crisis económica que sólo parece afectar a algunos, es previsible que incluso crezca. El Real Madrid tiene un equipo de ensueño, y juega como los ángeles. El F.C. Barcelona no tiene tanto equipo, pero si tiene el suficiente fondo de armario como para desfondar a cualquiera que ose seguirles… Y aunque mirando desde abajo, es capaz de mirar al Madrid a la cara, por lo que la liga gana una nueva dimensión desde esta Copa…

El resto de equipos, con sus correspondientes notas, y de forma telegráfica:

Unicaja: Decepción fuerte. Yo tampoco hablaría de fracaso, ya que presuponer que hay que ganar si o si a un equipo (con todas sus letras) como Zaragoza es muy fuerte, pero el factor emocional de jugar en casa y venir de una larga serie de pinchazos en Copa, hace que la situación se haga difícil de tragar…

Cai: Sale muy reforzado. Remonta frente a Málaga, gana su serie, y se ve luego arrollado por la apisonadora blanca. Buen sabor de boca.

Hebalife: Que difícil es calibrar a un equipo cuando juega frente al Madrid en cuartos. Mus

Tenerife. La baja de Sekulic le borra de la copa antes de empezar. Luego tampoco es que haga demasiado por intentar competir. Pero con los pies en el suelo, Tenerife ha logrado ya sus tres objetivos: Jugar la copa, casi la permanencia, y casi la estabilidad económica tras el traspaso de Sekulic (ojo que lazaros no será barato)

Valencia: En mi opinión sale tocado de Málaga. Gana a Baskonia tras verse mentalmente superado durante todo el partido y no sin una dosis de polémica, y se cae con estrépito a continuación frente al Barça, un equipo al que acababa de ganar en liga. Venía con el listón muy alto, y se va un tanto magullado (incluso físicamente, ya que Lischuc puede ser una baja importante)

Y dejo para el final al Baskonia y su partido:

La primera sensación que se me viene a la cabeza, no la puedo explicar mejor que mi aita en el post anterior. Cabeza alta. La comparto completamente y la asumo como mía. Ole.

El Baskonia llegaba prácticamente derrotado a Málaga tras la dura lesión de Heurtel (ojo, que puede ser más importante que un simple esguince, y puede tener al base francés fuera más tiempo del que se creía), y frente a un Valencia Basket que se acababa de tragar al Barça de una forma brillante.

Pero la puesta en escena lo cambió todo. El Baskonia, aferrado al espíritu del Chapu y con una defensa colectiva que no se le había visto hacía tiempo, zarandeo al Valencia Basket y lo caricaturizó. La primera parte, llena de acierto y de de factor emocional, dio alas al Baskonia que se lo creyó, y que hizo temblar los cimientos valencianos.

Pero la gasolina del Baskonia y del Chapu tienen un límite, y la calidad del equipo, también. La segunda parte fue diferente. Vimos carencias técnicas en el equipo, donde las faltas de Pleiss obligaron a Hamilton a jugar mucho tiempo, un Hamilton con mucho corazón, aunque con poco acierto que encadenaba una serie de fallos, un Poeta superado por la situación, que achuchaba mucho en defensa pero sufría para hacer jugar al equipo en ataque, y sobre todo, un San Emeterio al que se le esperaba en un día tan señalado y que se iba del campo con sólo tres tiros lanzados a canasta en total.

Todo esto hizo que el Baskonia anotase sólo 17 puntos en el tercer cuarto y, sobre todo, 11 en el último, frente al Valencia Basket que no se dejó caer, y que fue poco a poco martilleando al equipo…

No fue un problema de actitud. El equipo lo puso todo. Pero quizá si que se le hizo un poco largo al final el partido… Destacar el corazón del Chapu, siempre presente, y siempre haciendo del Baskonia un equipo con opciones, la profesionalidad de Hodge (otro día hablaremos de la paradoja que se da al ver jugar a Poeta 14 minutos por los 26 de Hodge) y la entrega de un Hanga que, cojo como un demonio, paseo unos muelles por Málaga que nos dejaron un halo de esperanza para el futuro

Y así se llegó a los minutos finales. Un final que conjuga una serie de acciones que deciden el partido. Acciones positivas, acciones negativas, decisiones acertadas de jugadores, equivocadas, y decisiones arbitrales a analizar.

Aciertos del Baskonia importantes como la canasta de Hodge y la penetración en uno contra el mundo del Chapu, o el canastón final a la remanguillé de Hamilton… también errores importantes, como dejar a Rafa Martínez tirar sólo de tres, o fallar varios tiros abiertos. También tenemos la calidad del rival, encarnada en la última canasta de Lafayette, una jugada muy bien defendida por Hodge, que acaba en una canasta a la media vuelta para quitarse el sombrero.

Todo ello nos lleva los últimos 8 segundos. Con el partido empatado, con sus aciertos y errores, con las calidades individuales de todos y los errores cometidos, se juega un partido en  8 segundos. Y en esos 8 segundos ocurren tres acciones que definen el partido, acciones que involucran a árbitros y jugadores.

Primera acción. El Baskonia decide jugarse el partido con un uno contra uno de Nocioni frente a Doellman. Posiblemente la decisión más acertada, pues Nocioni acababa de anotar una canasta similar, es el jugador con más galones y calidad del Baskonia y, además, el jugador más en forma de ese partido. Se juega la acción y falla. Nocioni es desplazado en su acción por Doellman. ¿Falta? Puede ser…

 Segunda acción: Doellman coge el rebote, sale para campo de ataque y pasa el balón a Lafayette desde su campo, cuando el base aún no había cruzado a campo de ataque. ¿Campo atrás? Puede ser…

 Tercera acción, Rafa Martínez recibe, se mueve y San Emeterio le defiende metiendo la pierna. ¿falta? Puede ser…

3 acciones a pitar, donde sólo una de ellas es definitiva. La falta a Nocioni no terminaba el partido. Dejaba a Valencia tiempo para igualar. El campo atrás de Doellman no mataba el partido. Dejaba tiempo para jugar. La falta a Rafa si. Tiempo cumplido y fin del partido.

Tres acciones, de las que dos de ellas favorecían a Baskonia y una no. Tres acciones que, y me mojo, en mi opinión son las tres acciones a pitar, tanto la de San Emeterio, como la falta y el campo atrás de Doellman. También diré que gracias a la “gracia” de TVE, no tengo más repetición ni ángulo que la que muestro en estas malas imágenes. Malditas retransmisiones de TVE, y maldito telediario achuchando.

Ahí queda mi opinión. Que no se saque de quicio… yo no creo que haya sido un robo, ni creo que el Baskonia esté fuera por errores arbitrales. Creo que el Baskonia comete muchos errores, creo que el Valencia hace un gran partido con canastas de mucho mérito, y que ambos contendientes merecieron un mejor arbitraje. Pero también creo que el árbitro se equivocó. Y que esa equivocación condicionó el partido. Y no sólo lo creo yo… los árbitros pasaron a la nevera, y el propio director de arbitraje, Monjas,confirmó a la revista Gigantes del Basket que, al menos la falta de Doellman, era falta y debió ser pitada.

Atrás queda eso, y queda además en nada, puesto que la final está ya jugada, y la copa tiene un digno, justo y brillante ganador. El Real Madrid.

Zorionak a Pablo Laso y a los aficionados del Real Madrid.

Y a los baskonistas, mirada alta, cabeza alta, y a seguir luchando…

Eskerrik asko Baskonia