Las espadas en todo lo alto

1-1. En todo. En intensidad, en juego, en control, en dominio... la serie viaja a Vitoria completamente igualada, con dos equipos que han hecho meritos muy similares por que las cosas estén así. La igualdad que refleja el marcador es la igualdad que refleja la serie y es la igualdad que se ve en el campo.

Hay varias claves que explican esta igualdad, entre un primer partido +12 minutos, y 28 minutos de dominio del Real Madrid. Vamos por partes...

1. Ritmo de juego. El Baskonia ha conseguido imponer, en general, el ritmo de juego que más le conviene frente al Real Madrid. La principal clave para que lo haya hecho ha estado en el control de sus posesiones de ataque, más que en su defensa, que ha sido magnífica. Cuando el baskonia ha controlado el ritmo, ha jugado largo, con espacios, buscando interior-exterior, generando ventajas y jugando posesiones largas. En cambio, cuando se desmadejó en el segundo partido, dejó de jugar largo y equilibrado y pasó a jugar rápido y abusando del triple, el Madrid impuso el ritmo. En este sentido, no quiero hablar en clave de Prigioni-Heurtel, aunque es evidente que cual de los dos bases el Baskonia tiene control, sino en clave de parejas de bases sobre la cancha.

• Llull-Prigioni; Pareja de bases titular en ambos equipos, y aunque de estilos contrapuestos, en general, una pareja que se adapta muy bien a nuestros intereses. Es cierto que Llull tiene una vena en el cuello que cuando se le hincha, no hay Prigioni ni Stockton en el mundo capaz de frenarla, pero en general, con esta pareja sobre la cancha el Baskonia encuentra mayores facilidades para dominar un ataque lento.
• Heurtel-Sergio. No quiero verlos juntos ni en pintura. No es una cuestión de uno u otro, sino de los dos juntos. Con estos dos bases en cancha, tenemos la locura garantizada, y el ritmo del Real Madrid. Debería tener esto muy en cuenta Dusko, y si Prigioni tiene faltas o debe descansar, Pau Ribas puede ser una buena opción para controlar este ritmo, pero por dios, otra vez los dos locos de la colina juntos, no!

Hay otro aspecto clave para el ritmo del Real Madrid y es el rebote. Mientras el Baskonia domina el rebote, y ataca el rebote ofensivo, el Madrid sufre para lanzar el contraataque. Si el Baskonia se deja dominar el rebote (incluso el defensivo), y no ataca el ofensivo, el Madrid corre. El Baskonia tiene cuatro pivots, pero sólo dos atacan de verdad el rebote, Nemanja y Lampe. Pues eso...

2. Factor Oleson. No, no me estoy refiriendo a que Oleson mete, que está metiendo, sino que me estoy refiriendo a que con Oleson en cancha, Carroll casi ni existe. Y Carroll es el termómetro del real Madrid. Vale, Velickovic nos ganó el partido del sábado, pero es muy difícil que se repita. Pau está sufriendo mucho para contener a Carroll, aunque es muy capaz de defenderlo bien, y seguro que lo hará mejor en Vitoria, pero Oleson le está haciendo un trabajito fino... Y si encima mete...

 3. Ritmo de juego interior. El otro día Velickovic hizo de Mirotic. Puede pasar, pero no es previsible que se repita. Los pivots del Madrid son poco dinámicos en general. Felipe, Begic, Tomic... son tres pivots que no ayudan a un ritmo de juego tan alto. Velickovic si, puede incrementar el ritmo, pero es sobretodo Mirotic quien lo eleva, quien abre el campo, quien corre, quien crea el dinamismo que tanto le gusta al Real Madrid. Su previsible retorno al equipo hace que la aportación de Nemanja se antoje como imprescindible. Está en un momento de juego dulce, y hará falta como cuatro para contrarrestar a Mirotic. Por supuesto que la vuelta del Chapu sería fundamental, pero quizá sea más realista pensar en Nocioni para la final de la liga y olvidarnos de él esta serie... o su rotura es muy “micro”, o reaparecer antes sería una locura...

4. Dicho todo esto, hay una nueva clave que entra en escena, y tiene que ver con nosotros. El factor cancha. El embrujo del Buesa... Si queremos eliminar al Real Madrid, más nos valdría hacerlo en Vitoria, porque un hipotético quinto, sería tremendamente complicado de sacar adelante. Así que, afinen las gargantas, preparen sus bocatas, y ensayen sus mejores pitidos para recibir a un Real Madrid que no debe salir deportivamente vivo de Vitoria.

¡¡A por ellos!!