Accidente con victimas

Agur Iradier Arena, agur. Gracias por todo, pero hasta nunca. El Iradier ha sido el refugio del Baskonia durante los tres meses menos vistosos y reconocibles de la historia reciente del Baskonia. La alegría frente al Madrid en pretemporada, el subidón de adrenalina de la canasta de Prigioni frente a Olympiakos y la euforia “green” del partido frente al Barsa no difuminan las grandes decepciones que han visto al Baskonia perder en casa frente a Valencia, Manresa o Bilbao, pero sobre todo, decir adiós al Top-16... Todo ellos envuelto con mantas de lana y catarros achacables a las invisibles corrientes de aire, o asados como pollos bajo los "asapollos" que calentaban la plaza de toros.

La despedida no pudo ser más amarga. Decepción en todos los sentidos, adiós a la tercera plaza y al sueño de posición preferente en la copa, y cornada frente a un equipo que lucha por no descender (o por la Copa, que a día de hoy es casi la misma lucha).

El partido frente al Manresa fue un accidente. No es un accidente mortal, ya que realmente no pasa nada, pero si es un accidente con víctimas. La victima puede ser Mirza, que se fue con el codo entre hielo y con un esguince de liderazgo. El partido deja herido al baskonismo y su afición con una cornada que sudarán para quitarse de encima. Y deja herido al capitán, que esperemos se recupere cuanto antes.

Pero... ¿Cuales son las causas del accidente? ¿Se repetirá? ¿Está el Baskonia preparado para luchar al más alto nivel?

Las causas del accidente son claras. El Baskonia juega descompensado. Son siete jugadores (ocho ya con Walsh) en donde los cincos no cuentan, y donde los cuatros tiran de tres. El que sean siete desde hace mucho hace que los principales (Fernando por ejemplo) puedan atravesar baches.

Pero me gustaría analizar la frase “juega sin cincos”. ¿Es porque no tiene o porque no quiere? El Baskonia perdió a Seraphin cuando acabó el lockout y decidió sustituirlo con Golubovic. Golubovic no puede sorprender a nadie, ya que ya ha pasado por Vitoria en otra etapa, y el entrenador conoce perfectamente y de primera mano lo que tiene. El Baskonia eligió a dos de los tres cincos que ha tenido, Golubovic y Dorsey, y se ha encontrado con un tercer cinco, el cinco que hace dos años estaba llamado a dominar Europa como mejor cinco joven de Europa. Dorsey-Golubovic-Musli. No voy a responder las preguntas, pero las voy a lanzar... Que cada uno la responda con lo que piensa:

¿Tienen estos tres cincos la calidad necesaria para el Baskonia? ¿Se han equivocado los rectores al elegirles o no se han adaptado? ¿Se les podía haber sacado rendimiento a estos tres cincos o era imposible? ¿Sigue siendo imposible? ¿No están funcionando otros equipos con cincos peores/iguales a estos?

Lo cierto es que llega Asselin, y te machaca. Estuve viendo el partido de Bilbao frente al Blancos Rueda, e imaginaba horrorizado la escabechina que Bordchardt podría hacernos al poste bajo. También veía como un jugador tan malo/bueno como nuestros Dorsey-Musli-Golubovic, Mavroeidis, era capaz de dar relevos al poste titular, Fisher (que tampoco es Tiago Splitter precisamente).

A día de hoy, cualquier cinco medianamente armado nos mata. En ataque podemos disimularlo y hasta sacar ventaja, ya que nuestros dos postes son muy móviles y son capaces de generar ventajas, pero en defensa es imposible... o al menos es imposible a largo plazo. Al corto, como vimos contra el Barsa, somos capaces de cualquier cosa, ya que Mirza es muy bueno y Milko es muy listo, pero a largo plazo, estamos muertos.

¿Consecuencia? El Baskonia tira de tres. Nos llevamos las manos a la cabeza por tirar de tres pero estamos obligados a tirar de tres. Para tirar de tres, tenemos a varios de los mejores tiradores de la liga, con especialistas como Oleson, Walsh o Mirza, y jugadores más irregulares pero muy capaces de anotar como los Prigioni, Ribas, Heurtel, Nemanja, Fernando y hasta Milko.

Toca tirar. Es lo que toca cuando juegas sin cincos y tus cuatros salen fuera. No le demos más vueltas...

El día que metes (y es la mayoría de los partidos, ya que nuestros tiradores son muy buenos), ganas... ganas incluso al Barsa. Podemos ganar el fin de semana que viene al Madrid. No es una fanfarronada, podemos. Pero el día que fallas, pierdes contra el Manresa. Simple.

Mientras no equilibremos el grupo, somos como el Olimpia de Lubljiana que nos ganó la Copa de Europa en los noventa. Capaces de ganar un campeonato (como la Copa por ejemplo) a equipos mejores que el tuyo si tenemos el día inspirado, pero sin la solidez necesaria para competir en un playoff a cinco frente a equipos bien armados.

Esperaremos el equilibrio... Esperemos que Lampe pueda dárnoslo... sino, aún hay otros dos cincos en la plantilla, Musli y Golubovic. Quizá, como se dice en los tiempos de crisis que estamos viviendo, debamos “optimizar nuestros recursos”. No es descabellado.