Carta abierta de un gran amigo (II)

La última vez que aparecí por el blog, todos disfrutábamos de un subidón de adrenalina… No soy persona que se atrinchere en los éxitos -que sobrevinieron con posterioridad- precisamente y por encima de todo tengo un carácter auto crítico que en ocasiones raya la autodestrucción… y ya sabéis que dicen por ahí que tratarás a los demás como lo hagas contigo mismo… pues en esas estoy, que el equipo de mis amores no acaba de funcionar, que da un paso para adelante dos para tras y tres para la izquierda y uno le pierde le pista… si fuera un ligue de sábado simplemente diría que no le he pillado la onda pero es el Baskonia y uno por mucho que quiera no puede dejarle a un lado…

Dos cuestiones me tienen en vela últimamente… uno es Teletovic y el otro es Dusko… Que un jugador con las prestaciones del bosnio este haciendo lo que hace actualmente merece un tirón de orejas y una semana al cuarto de los ratones… porque tiene un físico espectacular con potencia para romper brazos cada vez que encare el aro, porque tiene una mecánica de tiro que parece diseñada por la nasa y porque a la velocidad que mueve los pies se me antoja que podría defender infinitamente mejor de lo que lo hace, pero claro, es Mirsa, “el tirador”, corazón más grande si cabe que Splitter, que ya es decir… pero es que prestaciones aparte, el chaval anda últimamente un poco perdido en no se que batalla con el aro a doble o nada en la que parecen lanzarse balones y cuya consigna sea la de cuantos te comes tu y cuantos eres capaz de escupirme, lo malo es que muchos de los balones que lanza no los entiende ni Punset y este cabeza tiene un rato… y para rematar el bosnio se descuelga con unas declaraciones en las que dice “yo soy así y así seguiré” que cantaba Alaska u otras en las que hace referencia a “jugar más en equipo”… y yo me pregunto si no tendrá personalidad múltiple y el que habla en la prensa luego nada tiene que ver con el que juega porque jugar en equipo es el opuesto a “yo soy así…”.

Por otra parte, quisiera pensar que no ha sido la capitanía la que le ha supuesto un exceso de responsabilidad y haya mal-interpretado que debía mostrarla una noche si y otra también haciendo uso de la artillería cuando el perfecto funcionamiento es conseguir un equilibrio con la estrategia… y a todo esto, viendo el polvorín desde la banda, el bueno de Dusko, con la cara de aquel drácula que contaba murciélagos en barrio sésamo, sólo que los murciélagos son naranjas…

Y yo me pregunto si el sargento de hierro no se estará haciendo mayor, porque al igual que Clint Eastwood en aquella película, siempre se ha jactado de ser más recto y exigente con sus jugadores que ninguno pero que una noche si y otra también permite que el bosnio desenfunde su fusil con total impunidad sea cual sea el resultado… por favor, que el “chorizo” de turno le devuelva el látigo al sargento, que últimamente me recuerda más a Julie Andrews en “Sonrisas y Lágrimas” que al propio sargento…

Por cierto, ¿Alguien ha visto defender al Baskonia este año (exceptuando el partido del Barcelona y alguno a vida o muerte)? Hace tiempo que no veo ojos encendidos sobre la cancha, hambre de todo lo que se mueva y ese “carácter Baskonia” que tan lejos nos ha llevado muchas veces… Parece que el elixir de la exigencia ha perdido su efecto… porque una cosa tenemos todos clara, sin defender y con un tío tirándose hasta los perritos calientes del bar (por mucho que entren) y sin nadie que se lo diga, no llegaremos muy lejos…

No obstante, sabemos de sobra la capacidad de este equipo para transformarse sobre la marcha, tiempo hay y calidad también, sólo habrá que estar atentos como evoluciona el paciente en las próximas horas… y el 11 de febrero, consulta.

Asier Kintana

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