Gato negro, gato blanco

El equipo tenía que ganar y ganó. Tenía que ganar de cinco y ganó. Tenía que recuperar sensaciones en defensa y las recuperó. Tenía que volver a encontrar feeling en ataque y lo recuperó. Necesitaba de nuevo la magia del eje base-alero-pívot (Marcelinho-Fernando-Mirza) y apareció. Necesitaba controlar el rebote y lo controló. Necesitaba recuperar el acierto en el triple y lo recuperó.

¿Es esta una recuperación definitiva? Eso es lo que esperamos todos, aunque lo cierto es que sigue faltando mucho trabajo aún por delante. Ayer se hizo lo que se tenía que hacer, pero el panorama de los últimos cinco minutos de partido era desolador, con Fernando San Emeterio (da la sensación de que Bjelica no es capaz de hacerlo) jugando de pívot, y un Mirza (que entrega y que compromiso el suyo ayer) absolutamente fundido que no podía ya ni con el pantalón de juego... descorazonador ver como ganando de casi 20, a 3 minutos del final, Musli era de nuevo un espectador más, sin capacidad para echar una mano en el rebote, donde al final nos estaban haciendo daño. Lo cierto es que la situación llama, como mínimo a la cautela, porque... ¿Que hubiese pasado ayer si el Baskonia no llevase una renta tan cómoda?

El tema de Musli es sangrante, pero ojo, no tanto para el Baskonia a corto plazo sino para el jugador y el propio Baskonia a largo plazo. Por favor, una cesión para este chico ya, que aquí no va a jugar ni un mísero minuto, y no se puede permitir el lujo de pasar su adolescencia agitando la toalla. ¿Queremos que Musli sea un buen jugador de futuro? Pongámosle a jugar, ya sea en Alicante, Galicia, Grecia o Serbia, pero que juegue minutos y se haga un hombre...

Muy malas sensaciones también las que dejó el Khimki como equipo visitante el día en el que se jugaba su pase al Top-16. Incomprensible que un equipo con la contundencia interior que te ofrecen los Monia, Savrasenko, Eze o Loncar, fuese dominado por Mirza, o que sólo Langford o Planinic, y a su bola, tuviesen un mínimo de picante. Si el Baskonia es capaz de jugar bien los dos partidos que restan, y olvido resultados, pasará seguro al Top-16.

Todo era bonito y rosa hasta que un gato negro cruzó como un rayo el parquet del pabellón... Primero, Haislip (¿Quien me ha puesto una pierna encima para que no levante cabeza? ¿Quién?), al que le volvían a romper la cara, y salía en taxi al Hospital más cercano, y luego, y en algo mucho más preocupante, Stanco Barac. Su lesión de rodilla puede condicionar mucho el pase del Baskonia al Top16.

El tema de Barac es un tema que a corto plazo, puede hacer de encima catalizadora para corregir algo que todos tenemos claro desde hace mil años, y es el hecho de que el equipo está incompleto por dentro, y que podría desembocar con un cinco en la plantilla. Pero ojo, que nadie se vuelva loco... Las inversiones por los jugadores interesantes no se hacen con prisa... se hacen de manera meditada. Lo que se hace con prisa es fichar temporeros, y en caso de lesión, llegará alguno (ojalá del nivel de los de este año, porque tanto Rancik como Pietrus eran temporeros pata negra).

Espero que no nos quedemos a medias tintas... una de esas de que lo de Barac puedan ser una semana o dos, y que por tanto, no merece la pena, y tal y pascual, etc... Bjelica no ayuda dentro lo que debería. Le falta potencia para la defensa (comete falta cada vez que tiene que defender a un interior) y galones y confianza en ataque. San Emterio si, ayuda (mucho), pero no deja de ser un parche. Si no está Barac, Mirza y Haislip no pueden sostener el castillo, porque en las dos siguientes semanas, no sólo nos jugamos el pase al Top-16. Sobre todo nos jugamos la campaña del basket a la carta, nos jugamos el seguir jugando dos partidos por semana y nos jugamos el seguir perteneciendo a la élite continental. Dos semanas es mucho tiempo y, sobre todo, es muy importante.