¿Nervios en la jornada dos?

Asisto con estupor al linchamiento público al que se está sometiendo a Barac en primera persona, y al juego interior colectivo del Baskonia por osmosis. Vivimos en una era donde la paciencia brilla por su ausencia, y la gente no ve más allá de lo que acaba de ocurrir, lo se, pero aún y todo, hay cosas que no puedo entender...

Estamos en la jornada dos, cuando llevamos 8 días desde que comenzó la liga ACB. El pívot que probablemente tenga mayor caché de la plantilla está de baja por lesión, y el cuarto pívot, que empezó a afeitarse hace una semana, aún no distingue si Vitoria es el País Vasco o parte de México. En cambio, esta situación es ya suficiente para que parte de la prensa haya sentenciado al juego interior baskonista, y al jugador llamado a encabezarlo (Barac), o a que el exigente público vitoriano haya llegado a confundir la machada de la temporada pasada como una norma rígida a cumplir, y es que al Baskonia no sólo se le exige ser campeón al final de la liga a los ojos de Vitoria, sino que se le exige encabezar la tabla desde la jornada uno.

Primero de todo, vamos a reflexionar un poco acerca de la derrota del sábado frente a Unicaja. La primera reflexión es... ¿Quien demonios nos hemos creído para pretender exigir al Baskonia la victoria en el Martín Carpena? Un vistazo a las plantillas de uno y otro equipo nos muestran a dos equipos diseñados para ganar, con plantillas equilibradas, llenas de calidad, experiencia y futuro. Pero que nadie olvide que jugábamos fuera de casa frente a un equipo Euroliga. Quién se crea a priori mejor que Unicaja es que no ha encajado el significado de la canasta de San Emeterio del año pasado.

Que el Baskonia tiene una buena plantilla, de acuerdo, pero que va a necesitar mucho tiempo hasta que Logan se haga con el puesto de director de juego, o sobretodo, hasta que Barac encuentre la tranquilidad, Teletovic entienda su nuevo rol, Musli descubra su nueva camiseta a rayas o Haislip alcance algo de tono físico y pueda ayudar, es algo absolutamente evidente.

Con esta declaración de principios no pretendo esconder el mal partido de los interiores Baskonistas del sábado, ni mucho menos. Mirza, con el punto de mira desviado, se olvidó de aportar en ninguna otra faceta del juego, y encadena fallo tras fallo desde la línea de tres. Barac, irregular, toco arena, y fue sorprendentemente relegado al banquillo durante más minutos de los debidos. Musli sigue inédito, y Pietrús, que acaba contrato mañana, fue el mejor de los interiores (lo cual lo dice todo). Es evidente que si el mundo hubiese acabado el sábado, el balance sería malo, pero es que el mundo no acaba el sábado, ni mucho menos. Ni siquiera pretendo esconder mi opinión acerca de que el juego interior baskonista deba ser reforzado, pero por dios, que estamos en la jornada dos! Esto acaba de empezar, y hay mucho trabajo por hacer.

Y dicho todo esto, acabo denunciando que las crónicas del partido, en mi opinión, faltan a la verdad. Si, es cierto que el juego interior no estuvo a la altura, y que lo fácil es echar la culpa ahí y lavarse las manos. Pero la clave de la pérdida del partido no estuvo sólo en el juego interior. Para mí, hay tres claves que explican la derrota más allá del recurso fácil de echarle la culpa a Barac o Teletovic;

1. Concentración. Cuando llegas con el partido empatado al final del partido, y quieres ganarlo, debes exigir concentración. A falta de tres minutos, Logan regala un pase al contrario cuando Pietrus penetraba, y a continuación es Marcelinho quien lo regala en una jugada similar. Unicaja, en cambio, aprovecha esos dos fallos de concentración para anotar y llevarse una ventaja de siete puntos a falta de tres minutos. La falta de concentración en ataque se suele suplir con un plus en defensa, pero el sábado ni siquiera fuimos capaces de compensar ese apartado, siendo muy blanditos con McIntyre, dejándole pensar y permitiendo a Unicaja jugar más fresco al final.

2. Exteriores en baja forma. Lo fácil es hablar hoy de San Emeterio, un jugador que ha alcanzado la madurez necesaria para echarse a todo un Baskonia a la espalda. Pero no debemos olvidar que dos jugadores claves en este Baskonia, como son Oleson y Ribas, están absolutamente perdidos en este momento. No me preocupa que lo estén en ataque, ya que San Emeterio o Logan fueron capaces de suplirles correctamente, pero su agujero defensivo no tiene aguante posible. Si el año pasado fuimos campeones de liga, fue porque estos dos jugadores fueron capaces de ahogar a los exteriores rivales, fuese Llull, Bullock, Navarro o Basile. Si perdemos ese plus, perdemos mucho... Además, no se que pasa con Bjelica... Si le viésemos más minutos podría tener una opinión...

3. Dirección. Vale, Logan puede subir el balón y anotar, y ya sabemos de lo que es capaz Marcelinho. Pero nadie fue capaz de marcar el ritmo de partido por encima T-Mac. El Baskonia fue a remolque del base americano en todo momento, e incluso del de Barrera. Nos va a costar coger el tempo este año...

Mañana redención frente al Gran Canaria. Ayer sacó del mapa a un decepcionante Zaragoza, que no aguantó nada... Eso si, el equipo de Pedro Martínez supero el 50% en triples, con un pletórico Carrol (5/5) y vimos a Tomas Bellas apretar al base contrario de lo lindo. Que nadie se confíe...