Una decisión sorprendente e injusta

Llego a casa, arranco el ordenador e inmediatamente se me quedan los ojos como platos. No, el Baskonia ni ha fichado a ninguna estrella NBA ni ha retenido a Splitter. Una noticia que los aficionados medios pasarán por alto sin prestarle ninguna atención, y que no será portada de ningún periódico, pero que para los que conocemos a la persona en cuestión, es de alto impacto; Ibón Navarro, el segundo entrenador baskonista, no ha sido renovado.

Así, en frío, la noticia podría entrar dentro del terreno de lo posible. Ibón terminaba contrato este año, tras tres exitosas campañas en Vitoria (dos ligas, una final four, dos supercopas, una copa…), y en la mano del club estaba la renovación o la decisión tomada finalmente, el finiquito. Pero lo cierto es que este tipo de decisiones se deben tomar en función de dos variable diferentes, y luego entraré al debate de cual es más importante;

1. La variable del club; ¿Qué busca el club, en este caso el Baskonia, en la figura de un segundo entrenador? Trabajo, implicación, trabajo, discreción, trabajo, conocimientos, trabajo, motivación, trabajo, compromiso, trabajo, que cree buen ambiente, trabajo, calidad, trabajo y, sobre todo, que genere mucha confianza al club. ¡Ah! Y que trabaje… Por cierto, acabo de describir a Ibón Navarro.

2. La variable del entrenador; ¿Qué busca el primer entrenador en un segundo? Trabajo, conocimientos, trabajo y por encima de todo, LEALTAD (no vaya a ser que me hagan la cama, como una vez la hizo XP a DI en otro cálido sitio). Por cierto, acabo de describir a Ibón Navarro.

Las dos variables convergen, y por eso yo estaba absolutamente convencido de que Ibón seguiría en Vitoria. Pero parece ser que una de las dos partes ha roto esa confianza. Lo primero, y para que quede claro desde el principio, desconozco totalmente cual ha sido el motivo de su no renovación, por lo que mis palabras deben tomarse con mucha cautela, pero sin saber de verdad lo ocurrido, todos los indicios apuntan a que ha sido el entrenador quién ha roto la baraja.

La pregunta es… ¿Debe el club dejar al entrenador tomar esta decisión? ¿El segundo entrenador es patrimonio del primer entrenador o del club? ¿Confunden los entrenadores lealtad con sometimiento? ¿Prefieren los entrenadores perfiles mucho más bajos para dormir tranquilos por la noche? ¿Cuándo los malos resultados o trayectorias acaban con el primer entrenador, quién asegura la transición?

Acabo con dos afirmaciones (que no opiniones);

1. Le va a costar al Baskonia encontrar un segundo entrenador que trabaje y viva el Baskonia como lo ha hecho Ibón. Es más, me atrevo a asegurar que no lo encontrará.

2. Las monedas tienen siempre dos caras. Siempre… A Ibón, a sus amigos, su familia y sus seguidores (no olvidemos que Ibón es un vitoriano muy querido, de una familia vinculada al Basket y al Baskonia) recordarles tres puntos a tener en cuenta para el futuro:

- Si alguien quiere llegar a ser un primer entrenador ACB (Ibón tiene lo que hay que tener), debe volar del nido de ser segundo. Tarde o temprano, hay que dar el paso…

- El Baskonia es un club donde el segundo entrenador lo tiene muy complicado (por no decir imposible) para llegar a ser primero. Otros clubes, incluso de élite, como Unicaja, Joventut, Madrid o Barcelona si dan esas oportunidades, pero eso no ocurrirá aquí.

- Una crisis es una oportunidad. ¡Mucha suerte Ibón! La mereces de verdad