Good news, bad news

Noticias buenas y malas enmarcan al Baskonia esta semana… como aspectos positivos, sus victorias de mérito en Israel y Badalona, la vuelta al grupo de Eliyahu, la inminente vuelta de Herrmann y Huertas y el gran nivel de acierto que está mostrando el equipo… pero también negativas, sobre todo por parte de Oleson, que volverá a pasar por el quirófano, pero también la inminente salida de Micov o Singletary y el “wind of change” (el viento del cambio) aguardan agazapados al Baskonia

Vayamos primero con los aspectos positivos;

Victoria en Israel y Badalona. Dos victorias de mucho mérito, jugadas con un equipo de circunstancias (sobre todo el de Israel sin Micov), gracias al acierto y concentración del grupo. Si en Israel fueron Teletovic y English, tiene un mérito terrible que casi sin descanso y con un viaje perruno, el equipo pudiese apoyarse en Fernando y Tiago para doblegar al conjunto de Badalona. Los resultados no lo son todo, pero ayudan la construcción del grupo…

Vuelve Eliyahu. Volvió el israelí, con sus luces y sus sombras ya habituales este año. Hará falta paciencia y suerte (que no vuelva a caer por Dios) para que, con la continuidad que necesita, se acabe convirtiendo en el contrapunto interior que necesita el equipo. De momento sigue sufriendo de inadaptación. Paciencia…

Casi están de vuelta Huertas y Herrmann. El hecho de que se reincorporen es muy importante, sobre todo en el caso del base, ya que el Baskonia ha echado mucho de menos su cerebro. ¿Herrmann? De momento calma y paciencia… Su simple incorporación ya aporta valor añadido, un jugador diferente, con un físico deslumbrante y con mucha experiencia en sus venas. Esa experiencia hace falta en los aleros baskonistas este año… y al fin alguien capaz de poner en aprietos a jugadores del estilo de Pete Mickeal. ¿Le costará? Seguro que si… Con que recupere su nivel para la copa del rey, yo me doy con un canto en los dientes. De momento y a corto plazo, tocará sufrir su baja forma, y aguantar…

También hay aspectos negativos;

Oleson al quirófano de nuevo. Si en su primera intervención se le dio un plazo de dos meses, en esta segunda no se marca plazo alguno. Lógico… de momento ni siquiera sabemos que le ocurre, si ha recaído, si no se curó bien de su primera intervención o si ha habido complicaciones. Sea como sea, toca esperar este año con el fichaje llamado a marcar diferencias desde el perímetro. Pau Ribas puede tener en su mano mucho que decir del futuro inmediato del Baskonia en la posición de dos.

Agur a Singletary o Micov. La vuelta de Herrmann deja a uno de los dos “temporeros” sin sitio en el equipo. El hecho de que a Micov se le ampliase el contrato un simple mes más hace 30 días hace indicar que será él el elegido para abandonar la casa. Yo, si fuese el presidente, sería la decisión que tomaría. Micov ha demostrado ser un buen jugador de equipo, y ha aportado la defensa que tanto valora Dusko, pero con la vuelta de Herrmann hace falta alguien capaz de sustituir a Oleson, y yo veo antes a Singletary en la dirección con Huertas desplazando a Ribas a su natural posición de escolta antes que a Ribas y Oleson en la dirección con Micov sustituyendo al dos. En fin que en breve saldremos de dudas.

“The wind of change” cantaban los Scorpions. La caída del muro de Berlín y el fin de la guerra fría trajeron a Europa y al mundo un nuevo estado de mayor bienestar... Pero ¿Y la transición? ¿Y esos primeros momentos de confusión? ¿Y ese cruzar la frontera con miedo? El Baskonia está a punto de derrumbar su particular muro de Berlín. Huertas, Eliyahu y Herrmann, IN, Micov o Singletary OUT, y jugadores muy en forma como San Emeterio o Barac, con menos minutos… es lo que toca si quieres incorporar al grupo a tus renqueantes y fuera de forma refuerzos. Que le pregunten al Madrid que les ha pasado para incorporar al grupo a Felipe, por ejemplo….

Acabo… Chavela Vargas parece que coge el avión y se va a su Costa Rica natal… y ya casi empiezo a olvidar a Van Morrison. El blues sigue siendo blues, pero los acordes suenan más fuerte… Ahora Van Morrison canta, pero veo a Tom Waits agazapado tras las cortinas del escenario, con ganas de irrumpir…