Llega la Supercopa. ¡En mala hora!

Tenemos al equipo en cuadro. De nuestros tres bases, uno está lesionado, el otro no juega ni en los amistosos (¿San Emeterio de base?) y el titular, aprendiendo a llevar Ferraris... De los aleros, a uno le duele y no entrena (y nadie sabe si le duele mucho o poco, si entrenará en una semana o en cinco, ni siquiera si tendrá que pasar por el quirófano, y el otro, recuperándose y sin pasaporte. El sustituto, Micov, pasando plazos...(ya parece que ha pasado un mes, a ver si aguanto otro y me quedo...). Sólo San Emeterio (toda la pretemporada en la cuerda floja y ahora imprescindible) y English parecen listos para la batalla. ¿Y por dentro? Eliyahu K.O., Splitter de pretemporada, o de post temporada, no se sabe muy bien, Barac, con ganas (¿Quizá demasiadas?) de callar bocas y sólo Teletovic medianamente centrado en lo que hay que hacer..

Espeluznante. De película de terror. Y en estas, nos vamos a las Islas Canarias a jugar un título oficial frente al Real Madrid. ¡¡El Real Madrid!! Ese equipo que se ha llevado a Sergi y Prigioni, que ha fichado a Hansen, que se ha desprendido de Oleson, que...

Reconozco que me da lástima. Este partido merecía más, sobre todo por toda la carga emocional que arrastra, merecía dos equipos medio en forma. Pero en fin, es lo que hay, y con lo que hay, hay que jugar.

Dicho todo esto, puede parecer que se están poniendo vendas antes que heridas, y me gustaría matizar un par de puntos importantes:

1. El hecho de que el Baskonia juegue con cuatro bajas, hace que ganar sea difícil. No imposible. Nunca imposible cuando se trata del Baskonia. Menos imposible cuando se trata de un partido de pretemporada, en el que el Madrid también arrastra bajas importantes y jugadores recién llegados... Pude ganar cualquiera.

2. La Supercopa es un torneo cojonudo. El que gana, se lleva un título, el que juega la final, buenas sensaciones, y los que caen a la primera, no pasa nada porque es un torneo de pretemporada. Vamos, como en las elecciones, todo el mundo gana. La gente sólo da valor a la Supercopa cuando la gana. Si se pierde, no pasa nada. Yo mismo, en este blog, he negado tres veces la Supercopa, y nunca le he dado mayor importancia... Con el tiempo me he dado cuenta de que en realidad si es importante ganarla, sobre todo porque empieza a tener un poder mediático fuerte.

3. Dicho lo dicho, no hay que volverse loco con la Supercopa. No hay que forzar a nadie para llegar a la Supercopa, porque lo bueno empieza más tarde. Mucho más tarde... y lo de verdad importante es estar bien en Febrero.

4. Sin final de consolación. No me gusta que hayan quitado el tercer y cuarto puesto. Estando en pretemporada, los partidos como ese sirven muchísimo, y el hecho de que los perdedores vuelvan a casa hace que el torneo, a estas alturas, sea menos apetecible.

Acabo con “los efectos (defectos)” del basket de selecciones... Hay jugadores que se desgañitan corriendo por Salburua mientras otros compiten a medio gas con sus selecciones. Cuando llegan, cada uno tiene su ritmo... Los hay que necesitan descansar, los hay que necesitan apretar y los hay que simplemente necesitan jugar. Pero en un equipo como el Baskonia, la locomotora no para, y quizá Eliyahu, English, Marcelinho o Tiago, lo que de verdad necesitaban, era parar. No pueden, y dos de ellos se han roto. Lo mismo ocurrirá cuando regresen Oleson o Herrmann. Necesitan otro ritmo, pero la competición no se lo dará.

Algún día alguien de la ACB me hará caso, pegará un puñetazo sobre la mesa, y obligará a las federaciones a ajustar sus calendarios a la liga ACB. El descanso de los jugadores es necesario antes de las competiciones de aquellos que les pagan. Nunca al revés.