Ocurrió

¿Sorpresa? Es posible. El hecho de saber la dificultad que implica una colección de estrellas como la que maneja Yannakis, no quita para que todos, o al menos yo, tuviese la sensación de que íbamos a ganar.

Pero la realidad, te mata sin preguntar cuando te descuidas, y el Olympiakos, en una demostración de lo que la vieja guardia es capaz de hacer cuando se siente respaldada por el acierto, nos ha matado.

Mi más sincera felicitación a Yannakis, que ha conseguido la difícil tarea de anular al Baskonia, en algo muy complicado, en su ritmo de partido. El Baskonia asistía impotente a la exhibición ofensiva de los griegos, con un Halperin que ejercía de ejecutor, y una pareja de morenos, estrellas NBA ambas (porque esto es verdad, Childress era un jugador determinante en la sorpresa del año pasado de los Hawks, y Janero Pargo era algo más que el recambio de Chris Paul en los magníficos Hornets, diría que el séptimo jugador de aquel equipo, que rindió a un nivel espectacular). Es decir, que sus dos morenos, no son ese prototipo de jugador americano que viene de la NBA porque no juega y que viene a ver si rasca bola por Europa. No… sus jugadores son sensacionales, aunque en estas, siempre aparecen los de siempre… Vujcic, Papaloukas…

Pero vuelvo, que me pierdo… El hecho de que sus jugadores sean magníficos, no asegura absolutamente nada de nada, ya lo eran hace un día y no hablábamos de ellos como si fuesen los Lakers… la grandeza de su victoria en Vitoria reside en la forma de preparación del partido… y en el acierto/falta de él. Si al Baskonia le quitamos el acierto le dejamos sin nada, y si a Vujcic y a Papaloukas lo rodeamos de triples convertidos, ya nos podemos olvidar del partido… aunque el camaleón se ponga la bufanda (que se la ha puesto).

Es posible que el descanso pronunciado haya hecho daño a los jugadores. Yo al menos lo creo… Splitter, Rako y Pablo han salido desorientados al campo, como faltos de ritmo, mientras que ellos salían concentrados a tope. El partido recordaba a los cuartos de final de Copa frente a Pamesa, con un equipo enchufado y otro desorientado, con un equipo con las cosas claras y el otro a la defensiva (sin defensa)...

Pero Olympiakos no es Pamesa, y estos no se desinflan por falta de banco. Al igual que frente a Pamesa, Sergi Vidal ha tenido que salir al rescate del equipo, y un brote de calidad y casta del catalán ha devuelto la miel a los labios baskonistas. Tarde. Con el partido lanzado y Papaloukas y Vujcic ejerciendo de veteranos, el partido no se va tan fácil. Mirza desde el triple, Pablo desde la dirección y Pete con el factor C a cuestas han intentado darle la vuelta a lo inevitable, pero se han quedado en la orilla. Cuando el partido quedaba en un cara o cruz, el Baskonia ha fallado sus posesiones y ellos no han perdonado.

Quizá la decisión de Dusko de poner a Pete sobre Papaloukas se pueda interpretar como un error. Yo creo que no es el hombre ideal para defender al griego, ya que Pete, con su corpulencia y rapidez, evita las penetraciones, intimida y cierra huecos, pero achuchar, lo que se dice achuchar y evitar que piense, no es su fuerte… y Papaloukas no vive ni de penetrar, ni de tirar (aunque un triple suyo haya matado el partido) ni de buscar huecos. Papaloukas vive de pensar, y cuando piensa, y los demás le acompañan, convierte a su equipo en una máquina. ¿Quizá Sergi le hubiese nublado el pensamiento? Puede ser, pero... ¿Quién hubiese defendido a Pargo? ¿A Halperin? ¿Podríamos haber muerto por otro lado? Basket ficción…

Ahora Barsa sin factor cancha. De estas dos variables, Barsa no me da tanto miedo como la falta del campo. El bicho humano funciona así… si hoy hubiésemos ganado, estaríamos hablando de las maravillas del Real Madrid, de lo bueno que es Bullock o de lo que se está recuperando Pepe, o de que si Felipe… pero como hemos perdido, vemos al Madrid como una banda y al Barsa como un batallón. Pues ni tanto ni tan calvo.

El Barsa es el líder de un grupo de Top16, que se ha clasificado primero superando la presión de ganar en La mano de Elías. Respeto absoluto. Pero ya… no deja de ser tan rival como el Madrid o como el CSKA.

Lo malo es que hay que ganar en Barcelona. Lo malo es que no puedes venir a Vitoria con 2-0. En eso debe trabajar Dusko. Hay que olvidar eso y lograr lo que logran los equipos campeones… ganar fuera de casa. Berlín sigue en el horizonte. No lo perdamos de vista… Está más difícil, pero ahí está. De momento, este año llevamos 3/3 frente a los catalanes.

Ahora nos vale con un 3/5