Sobre momentos de forma

Líderes... De la liga, de la euroliga… de anotadores, de valoración, de… Pasan los días, se exageran los problemas (Txakur, Barac) pero los jugadores importantes crecen, rinden y solucionan… todo marcha perfecto en el reino del Baskonia. ¿De que escribir entonces?

Pues bien, hoy os voy a lanzar el reto de reflexionar acerca de lo que todos venimos pensando viendo al baskonia como una apisonadora…

¿Aguantará el equipo en esta forma hasta el final?

La respuesta se puede dar a la ligera, o se puede reflexionar y llegar a conclusiones sorprendentes. La lógica dice que un deportista profesional no puede mantener un pico de rendimiento alto durante muchos meses consecutivos. Armstrong se prepara para ganar el tour, pero probablemente hiciese el ridículo en la euskal bizikleta… Phelps o Bolt son inhumanos y divinos durante la Olimpiada, pero bajan a la tierra y pierden un mes después. ¿Puede ocurrir esto en el baloncesto?

El baloncesto es un deporte “muy cabrón”. Los entrenadores son juzgados a vida o muerte cada día, y los traspiés nunca se consienten bajo el paraguas de la preparación.

Miremos a Joan Plaza… el año pasado, el Madrid arrasaba (al igual que arrasa hoy el Baskonia) en diciembre, pare caer con estrépito frente a Unicaja en Junio. ¿Se desinflo? ¿Perdió la forma? A Joan Plaza lo acribillaron por tener al equipo en cresta en el momento inadecuado y en valle en el momento clave. Joan, que como todos, aprende de los errores, arranca este año con un equipo nuevo y una concepción nueva, en valle… ¿Podrá el Madrid llegar en cresta a la copa del rey, F4 o título de liga? De momento, a los que criticaron a Plaza el año pasado, ya se les ha olvidado aquello, y ahora critican el mal momento de forma actual. Donde dije digo digo diego, y todos tan amigos…

Miremos a Spahija. ¿Quién ganó la liga el año pasado? ¿Quién llevo al equipo a su cresta al final de temporada? ¿Quién recuerda los valles del principio de temporada cuando lo ve con perspectiva? Podríamos decir que nadie… Pero también podríamos decir que Spahija podría no haber comido el turrón en Vitoria tras las derrotas de Manresa en casa y similares. ¿Perdonan los críticos (me incluyo), la afición, la prensa o la misma directiva momentos de valle en el Baskonia? ¿Es eso asumible? ¿Puede permitirse un entrenador comenzar mal?

Otro ejemplo, al menos para quienes sigan la NBA… Ni siquiera en el país de las pretemporadas, donde la NBA empieza en febrero y hasta ese momento se dedican a probar jugadores y jugar partidos de 5 minutos (los otros 43 los pasan calentando, salvo grandes partidos extraños) se soportan este tipo de valles al comienzo. Sam Mitchel, el entrenador que llevó a los ramplones y bajos de calidad en general Raptors al playoff durante dos años consecutivos (puede sonar a milagro, y para mi lo es), no ha soportado perder unos partidos “de pretemporada”, y ha sido cortado en Toronto.

Con este panorama… ¿A quien le importa el momento adecuado para la intensidad? ¿Qué entrenador se arriesga a planificar? ¡Pongamos al equipo a 100, y si se gripa el motor, ya parchearemos!

Ahí está el baskonia. A 100. Si mañana se rompe Tiago o Pablo, y hay que recurrir a Shakur o Barac, el equipo se estrellará… ¿O no? ¿O se improvisará? ¿O no es importante?

¿Debemos preocuparnos por tener al equipo a 100 en diciembre? ¿Podría Usain Bolt ganar la media maratón de Vitoria al sprint desde el comienzo? ¿Despediríamos a Martín Fiz por inútil de los 100 metros lisos a su cuarta serie, por lento?

Sinceramente, reflexiono y no encuentro la respuesta correcta. Lo único que se me ocurre es disfrutar del momento… lo que tenga que venir, que venga, pero por ahora… ¡¡Que siga el espectáculo!!