¿Playoff en Noviembre?

Eso me pareció apreciar el sábado en el pabellón Araba… aunque lo cierto es que el partido sólo fue un disfrute desde un punto de vista, el del baskonismo. ¡¡Una gozada para los ojos!! El Baskonia hacía de un mal Madrid un muñeco roto, y se ensañaba sin piedad. Primero de las manos de Prigioni, luego de Rakocevic y para acabar con Teletovic. Pim, pam, los triples mataron al Madrid. Enfrente, solo Felipe (siempre Felipe) y un Bullock que dio la sensación de aparecer sólo a partido vencido.

El Madrid tiene los mimbres necesarios para ser un equipazo, pero está a años luz de parecerlo. Es muy probable que reaparezca para dominar la liga, pero de momento, da gusto verlo ahí abajo, sobre todo viendo que frente a los de su nivel (Baskonia y Unicaja) ha hecho agua rotunda.

El Baskonia mejoró sustancialmente respecto al ramplón y confiado equipo que visitó hace 7 días Illumbe, y aprendió de sus errores del Tívoli. Primero, las ganas, y el Baskonia las enseño. La defensa fue más que correcta, por momentos incluso asfixiante, y la agresividad ofensiva fue también una tónica. Pero además aprendió de sus errores. El patético ataque a la zona mostrado en Eslovenia, fue corregido en Vitoria con mucho más criterio. Primero se buscó dentro, y aunque Splitter y Barac fallaron algún tiro cómodo frente a la zona, el ataque fluía. Luego llegó Teletovic a cargarse la defensa en zona buscando al defensor más pequeño para abusar desde el 6,25.

El Baskonia venció y convenció, y ojalá se hubiese quedado allí la cosa, pero me temo que no fue sólo eso.

Hace ya casi cuatro años de que El Cabestro (si, antes lo he llamado Felipe, y estoy dispuesto a llamarlo Don Felipe siempre que hable de baloncesto, porque su clase, pundonor, acierto y presencia así lo merecen, pero me temo que ahora no voy a hablar de baloncesto) osó hacer unas declaraciones en las que acusaba a Luís Scola de jugar para lesionarlo. Esa bomba creo una madeja, y al tirar de la madeja, se creo una rivalidad entre el Madrid y el Baskonia que traspasó el deporte. El cabestro se permitiría el lujo posteriormente de afirmar que Scola era el jugador más sucio a quien nunca se hubiese enfrentado.

Luís y Felipe tomaron el testigo que dejaron en los 80 Audie Norris y Fernando Martín para protagonizar los duelos más bonitos que se recuerdan por Vitoria. De hecho, hay que admitir victorias y derrotas, y Felipe se impuso en el duelo a Luis, tanto por títulos (aquél fatídico minuto) como por los resultados de encuentros directos entre ambos.

Pero el tiempo, sabio el, pone a cada uno en el lugar que le corresponde, y el tiempo ha puesto a Luis Scola como pívot titular de un equipo aspirante este año al anillo de la NBA, y con cero, repito, cero agresiones o enfrentamientos extra-deportivos y ha dejado a Felipe, anclado en el pasado, con una colección de perlas estúpidas saliendo de su boca, y con un historial extra-deportivo al alcance de muy pocos. Felipe sigue buscando a Luís en cada rival, pero aquello pasó hace ya mucho tiempo.

En esa mente calenturienta de Felipe, se inventó el sábado una agresión que no existió (gracias por las imágenes TVE) de Teletovic a Hervelle (otro perejil en cualquier salsa), y fue capaz de sacar de sus casillas a un Teletovic al que nunca en mi vida había visto, ni siquiera, nervioso. Otro cabestro, con menos clase baloncestísitca que Felipe pero con un coeficiente marrullero superior, llamado Mumbrú y al que ni siquiera respeta el mundillo ÑBA, y Hervelle, el supuesto agredido al que en beneficio de su duda, quizá ni él mismo sabía que había sido un lance fortuito, decidieron darle cinco minutos más al partido.

Como valientes (valiente, valiente…) pandilleros juveniles, se fueron al túnel de vestuarios a esperar a Teletovic. El cóctel estaba servido. Tres macarras provocando, y dos o tres jugadores baskonistas de sangre caliente y coeficiente escaso. El Baskonia se unió en bloque en ese triste túnel para protagonizar una de las escenas más bochornosas que se recuerdan por Vitoria. Para colmo, cuatro idiotas lanzaron un par de piedras contra el autobús del Madrid, para terminar de dar surrealismo a la escena.

Yo no vi la pelea. Pero Vitoria es un pueblo, y al final todo se sabe… Me cuentan que el Baskonia se unió en bloque frente a los tres macarras, me cuentan que sin ningún lugar a la duda, fueron los tres macarras quienes provocaron hasta la pelea, y también me cuentan que no fueron simples empujones, sino que alguno se hizo daño. Allí quedará, para quienes lo protagonizaron.

¿Dónde estaría Felipe de tener alguna neurona más surcando su excelso craneo? Pues probablemente jugando al basket, de titular, enfrentado a Luís, en algún equipo NBA con aspiraciones al anillo. Dudo que lleguemos a verlo.