Dusko is back!

Me repito más que el ajo. Estamos en Octubre, a primeros para más señas... en el horizonte tenemos a Granada (sin Curtis) y -Fenerbahce Ulker, viernes y lunes, dos partidos en casa, que podrían ser solventados sin el concurso del genial base argentino, y que lo pararía dos semanas.

“El Baskonia se plantea parar a Prigioni” leía ayer en la prensa. ¡¡Por favor, que no se lo plantee, que lo pare, pero que lo pare ya!! El paso adelante de Shakur del otro día merece esa confianza. Demos a Shakur el mando del partido frente a Granada, y ya valoraremos si está preparado también para asumirlo en el inicio de la Euroliga (que entiendo que mediáticamente es un partido mucho más importante, aunque la realidad dice que es un tanto intrascendente)

Otra cosa es lo de Splitter. Una lesión que iba para dos o tres semanas va para los dos o tres meses. ¿Me preocupa? Realmente no, no me preocupa que Splitter se pierda cuatro o cinco partidos, y que poco a poco se vaya reincorporando. Lo que si me preocupa es no saber que narices le pasa a Splitter. Roturas de fibras... el buen medico del Baskonia, Alberto Fernández, puede dar un clinic acerca de las roturas de fibras, y es extraño que pasadas las 4-5 semanas el jugador no esté recuperado. ¿Puede haber alguna otra lesión? A saber...

Vuelvo a Txakur. Tras su descomunal puñetazo encima de la mesa del domingo, donde igualó en valoración al killer de Unicaja, Rakocevic, tiene por delante una ocasión de oro parea hacerse un hueco en el Baskonia. Todos somos conscientes de que con Prigioni sano, los minutos serán aproximadamente 32-8 a favor del argentino, pero ganarse esos ocho minutos, que no parece tiempo a pesar de que es vital, no es nada sencillo, y debe ganarse el respeto, sobre todo de sus propios compañeros. Si Txakur quiere comer turrón de Xixona y brindar con Rioja en nochebuena debe aprovechar al máximo esta baja de Prigioni. Una baja, que la verdad, la veo imprescindible... Si empezamos a arrastrar a nuestro base de 35 minutos por partido en la tercera jornada...

Me centro en Dusko. Ha vuelto, eso es innegable. No estuve en la sala de prensa del Araba el pasado jueves, pero me imagino como si hubiese estado la tensión que se podía cortar con un cuchillo mientras soltaba un discurso que, por repetido mil veces, ya conocíamos antes de que empezase. Dusco ha vuelto, y con él han vuelto dos clásicos; las ruedas de prensa surrealistas y el carácter sobre la cancha. Lo uno lleva a lo otro y es indivisible... Y pronto llegará la unión del grupo contra el entrenador... En breve los jugadores del Baskonia serán una piña contra ese mal nacido que nos hace jugar lesionados, que nos echa multas por aplaudir o que nos hace entrenar el domingo a las siete de la mañana (con el aplauso continuo del presidente). Un clásico, que tras un periodo de renovación toma a protagonistas diferentes y que, por tanto, puede funcionar. De momento funciona...

Técnico-tácticamente, Dusko sigue siendo el mismo de siempre. Ataques de improvisación y esquema clásico. Los dos pivots arriba, pick&roll como primera opción, cuatro bloqueos y espacio para el uno por uno, tanto interior como exterior (de momento más exterior, pero cambiará con el ingreso de Splitter). El esbozo de defensa, conocido y nada sorprendente. Rico en matices y agresivo. La entrada de Tiago, nuevamente, dará un nuevo giro a al entramado defensivo, que hace aguas con Teletovic y Barac, para acabar siendo el esquema defensivo infranqueable habitual de Dusco.

Pero funciona en Vitoria. Existe una atmósfera especial en el Baskonia, que parece que admite el método de Dusko como si fuese el único, y eso lo impregna todo... Puede funcionar, y de hecho está funcionando. De momento, ese alma que el año pasado se echaba en falta, esa desidia por los partidos intrascendentes que nos abrumaba y esa falta de unidad en el grupo que se irradiaba como si fuese una supernova, han desaparecido.

Carácter, sacrificio y mentalidad. El Baskonia de Dusko ha vuelto. Ongi etorri!