Dusko Ivanovic. En busca de la “Paz Social”

Se resolvió la incógnita. Después de varios días de especulaciones, y, tal vez, convenientemente disimulado tras las renovaciones de Tiago y de Mickeal, cada uno que piense lo que quiera, se ha hecho oficial el fichaje de Dusko Ivanovic por Baskonia.


No deja de tener cierta ironía que sea precisamente ahora cuando recuperamos al montenegrino. Después de años de añoranza, de entrenadores que hacían que el propio Dusko agigantara su leyenda baskonista, de ser una sombra siempre presente en nuestros ánimos, vuelva en el justo momento en el que parecía que podíamos superar su etapa. Puede incluso, que el propio Dusko herede una situación similar a la que el dejó, en el sentido de que el recuerdo de Neven, y su título de liga, amenace al nuevo inquilino del banquillo baskonista.


No voy a entrar a valorar a Dusko como técnico, ni sus puntos fuertes, ni sus debilidades. Todos las conocemos. 5 Años aquí, y 3 más en la liga son suficientes. Josean los conoce, y los aprueba, es más, son de su gusto, si no fuera así, seguiría Neven. Sin embargo, creo que en la mente de Josean ha podido influir un “extra” que siempre salía en las conversaciones sobre Dusko Ivanovic. Lo llamábamos “Paz Social”.


Con Dusko el club, su plantilla, su entorno, eran una balsa de aceite. Bajo la “manu militari” del montenegrino, no había ni salidas de tono, ni desafíos públicos, ni declaraciones extrañas. Todo estaba bajo control y todo funcionaba. Las rebeliones, eran cortadas de raíz. O conmigo o contra mi, y en este caso, estas en la calle. Más aún Dusko consiguió salir ovacionado del pabellón siempre. Con partidos buenos o malos. Estaba por encima del bien y del mal. La afición lo adoraba, lejos de tener a jugadores como ídolos, el crack era Dusko. Se podía prescindir de quien fuera, pero no de Dusko, la culpa de las derrotas era de este o aquel, pero no de Dusko. Dusko pinchaba, Dusko cortaba, era el médico, el fisio, el preparador físico. Dusko lo era todo. Y no nos engañemos, tras la figura de Dusko, Josean vivía tranquilamente. Todo estaba en buenas manos, o por lo menos, en las que el quería que estuviera.

Quien sabe si ahora se busca nuevamente repetir este status. Más aún después de una temporada de final felicísimo pero de amargos itinerarios y dos años anteriores de cierta inconstacia. Quien sabe también, si Josean, tras años de dificultad, busca protegerse detrás de la figura de un técnico casi incuestionable para la gran masa social de Baskonia.


Solo una duda. ¿¿Son la afición baskonista y sus gustos los mismos que hace tres años?? ¿¿Sigue siendo Dusko ese gurú que estaba por encima de todo??

El tiempo lo dirá, pero mientras este aquí.…… DUSKO, DUSKO.