Buscando el milagro (parte 2)

Más que milagro, utopía. Houston volvió a caer en casa, y pone la serie completamente cuesta arriba. Los jazz, que sólo han cedido cuatro encuentros en casa en toda la temporada, tienen el factor cancha a favor, y pueden permitirse el lujo de perder hasta un partido en su pabellón sin inmutarse.

Pero esa última victoria no fue como la primera... ni mucho menos. Y para mi desgracia, uno de los actores protagonistas de la historia fue mi querido Luis Scola. Nos ponemos en antecedentes... Le pegan hasta en el carné de identidad. ¿Por qué? Es evidente, porque es el arma ofensiva interior de Houston. Desactivando a Luis, la capacidad anotadora interior sufre un revés irremediable (¿Que habría sido de esta serie con Yao?)

Tras recibir estopa a mansalva, Scola lucha, a falta de 45 segundos por la posición defensiva frente a Krilenko, mientras un triple de Bobby Jackson vuela por el cielo para empatar el partido. Kirilenko, en su mejor papel protagonista de una obra de broadway, salía disparado como si le hubiesen arreado uno de esos ganchos del pressing catch. Al hombre que más ha recibido en toda esta serie, le pitan una falta en ataque absolutamente ridícula, estúpida e inexistente. Curiosamente, 6 segundos antes Scola atacaba la canasta, soltaba la bandeja y recibía un hachazo increíble, no pitado por el mismo arbitro que luego terminaba con el sueño de los Rockets.

Me permitiréis que incida en esta jugada, porque alguien podrá argumentar que los Rockets no fueron capaces de ganar por la falta en ataque cometida por Luis. FALSO. Y falso en los dos puntos principales.

1. Scola no comete la falta, es una gran interpretación de Kirilenko, y un error increible de los árbitros

2. El partido no se decide por esa jugada. Vaya por delante que si he hablado tanto de esta jugada, no es porque considere que Houston perdió por ella, sino porque se ha convertido en la jugada mediática de la serie, en la cual, por desgracia, se ha tocado a Luis.

Houston pierde por varios factores: McGrady, espectacular durante todo el partido, se diluye (de nuevo) en el último cuarto. Pierde porque Utah acierta sobre la bocina tiros increíbles (mención especial para Kyle Corver, que tras darle al canto en un tiro forzado, mete sobre la bocina su propio rebote a una mano cayéndose). Pierde porque falla los tiros libres. Pierde porque no rebotea. Pierde porque falta carisma, y pierde porque no pueden con la solidez de un equipazo.

Ahora llega la película "misión imposible". Dicen que Rafer Alston, si es capaz de jugar a un buen nivel defensivo, puede ser el antídoto contra esa maravilla llamada Deron Williams. Permítanme que lo dude. Williams es siete veces mejor jugador que Alston, tanto delante como atrás. Y por dentro Luis está muy sólo... demasiado. Esta serie acabará 4-0, o 4-1 si Utah se relaja.

Aunque con mis dotes de pitoniso, todo puede pasar..

Pd. Permitidme que las imagenes hablen por si mismas...