Marzo, mes de Top-16

La crítica es algo que a todos nos inunda cada vez que se tuercen las cosas. El Baskonia perdió en Madrid el sábado parte de su credibilidad como equipo al caer en la cancha del orgulloso Estudiantes, pero esta reflexión sólo es válida si se aísla de su entorno, y eso no es justo. Lo que ocurre, ocurre en un mes, en unas circunstancias, en un entorno.

Pero la crítica es fácil y muchas veces gratuita. El Baskonia perdió frente al Estu, si... pero el Bilbao Basket perdió ante el Cajasol, el Barcelona ante el Fuenlabrada y el Unicaja ante el Menorca. Y el Madrid estuvo a punto, pero el Granada perdió el concurso de triples que echaron (que partido más horrible, por Dios). Un caso es casualidad, dos coincidencia, tres... ¿No estaremos ante un problema mayor del que creemos?

Y no, no hablo sólo de la crisis de juego del Baskonia (una crisis que, por cierto, yo no veo, ya que las crisis son estados prolongados, y yo, el único estado prolongado que veo es la buena marcha del Baskonia este último mes), sino de la reacción de equipos con calidad y orgullo que quieren salir del agujero y se motivan frente a equipos que llegan cansados y lesionados.

Lo dije en la previa y lo mantengo. La derrota en Madrid no pasa de ser una anécdota en las aspiraciones del Baskonia. Su objetivo ahora mismo pasa por afrontar la parte importante que se le presenta en marzo, y esa no es otra que el ser primero de grupo del Top16. para ello deberá jugar bien sus bazas, y más ante la posible lesión de Rako. Jasaitis debe jugar muchos minutos, Muoneke también, y el equipo debe saber dosificarse.

Hace un año, tras la crisis de Peras que desemboco en la llegada a los banquillos de Natxo Lezcano, el Baskonia se centró en marzo en lo mismo que está centrado ahora. Y en esas, con un Natxo que recibía elogios por doquier y que asombraba por Europa, le llego una derrota en Granada, con lesión de Rako incluida (¿Nadie lo recuerda?).

Ese borrón no empaño el tremendo trabajo de Natxo con el equipo. ¿Porqué? Porque logró su objetivo en marzo, es decir, el ser primero del Top-16. Pues bien, este año, Spahija está en las mismas... Juzguémoslo con criterio, subamos al helicóptero para ver el bosque en su plenitud y olvidemos alguna rama. Spahija debe afrontar su mes complicado con lesiones, cansancios, reincorporaciones y viajes complicados (Estambul, Grecia...). Tengamos con él la paciencia y el cariño que merece.

Cuando acabe la temporada, lo que recordaremos de lo ocurrido en el Telefónica Arena será que, quizá, gracias a esa victoria Perasovic no se descolgó de la ACB, y que quizá, gracias a esa derrota Perasovic sea hoy un poco más grande. No hay mal que por bien no venga...