¡¡Viva la NBA!!

Sobre todo, que viva cuando les enfrente un partido al Real Madrid a escasas horas del vital partido de liga frente al Baskonia!!

A ver, voy a puntualizar. Soy un raro. Parto de esa base para que no haya malentendidos. Soy tan raro que cambiaría la Supercopa por haber vencido en Girona. O soy tan raro que de ser el Baskonia quien jugase el partido frente a los Raptors, sacaría a los juniors para que no se me lesionase nadie.

La gente no es tan rara como yo, y doy gracias a Dios por ello. Se que en los anales de la historia, lo conseguido por Unicaja anteayer será recordado durante muchos años, mientras que de aquí a 15 días nadie recordará si Estudiantes ganó o perdió en su debut liguero frente al Unicaja. Y en cambio, a pesar de que se que no es verdad, sigo pensando que ese partido es más importante.

Hoy me sentaré frente a la tele a disfrutar de Calderon, Garbajosa, Parker o Ford, y disfrutaré de ese bolo como lo hice el año pasado en el que enfrentó a los Sixers con el Barsa, o como disfruté la final del Eurobasket de Rusia y España. Como quien va al teatro... ¡¡Pues que viva el teatro!!

Otra cosa a analizar es la victoria de Unicaja frente a los Grizzlies el otro día, la exhibición ofensiva de Navarro (nada comparada con la de Kus) o el supuesto acercamiento del basket FIBA al basket NBA.

Sigo pensando que en situación de campeonato, ni PAO ni CSKA serían capaces de ganar un mísero partido de basket en el Madison Square Garden en febrero, y ni que decir de Unicaja, Baskonia o Real Madrid, que perderían de más de 15 cada partido. La estrella de Olympiakos es Mache, que ni jugaba en Orlando, la de PAO Saras o Spanoulis, que jugaban... ¿cuanto?

Que los partidos amistosos de pretemporada (no son otra cosa para los americanos) o las pachangas de un supuesto Dream Team no nos cieguen. La NBA sigue siendo la NBA, y ni hay ni veremos a un Kobe Bryant jugando en el Real Madrid.