El enigma Prigioni

Llevamos días oyendo el interés de algún equipo por Pablo Prigioni. Vaya por delante que no entraré a valorar si es cierta o no la oferta de Olympiakos... Me centraré en si es el momento de desprenderse de Pablo o no, sea a Olympiakos o a cualquier otro equipo.

Prigioni me genera sensaciones encontradas. Por un lado, creo que es el momento de cambiar la dinámica de juego del equipo, aunque por otro me resisto; No sería la primera vez que esto ocurre en Vitoria, ni será la última... El equipo se acostumbro al jugo de Bennet... El aire fresco de Calderón revitalizó al Baskonia, y la explosión de Prigioni ha mantenido al equipo arriba.

Ni Calderón era mejor que Elmer, ni Prigioni era mejor que Calderón (hablo de cuando tomaron los galones). No es necesario que quien tome el mando sea mejor que Pablo... De hecho en estos momentos, Zoran no es mejor que el argentino, pero... ¿Alguien se atreve a asegurar que el equipo no pueda jugar (bien) con Planinic? Yo, desde luego no.

Argumentos superfluos que podemos leer en cualquier sitio;

A favor de su marcha; Pablo tiene 30 años, le queda uno de contrato (libre cual pajarillo el verano que viene), el Baskonia juega a la dictadura de Pablo desde hace dos años. Su pasaporte y calidad le hace goloso, su carácter le hace ser un jugador “complicado”, etc..

En contra de su marcha; Pablo es el mejor base oficial de las últimas dos ligas, el Baskonia no entrará en el mercado a otro base igual (a ese precio), Pablo es parte de eso que se llamó “carácter Baskonia” (y que hay que recuperar cuanto antes), su “carácter complicado” gana partidos (recordemos el cuarto en Barcelona, PAO, etc..)

Cualquiera se puede aferrar al argumento que más le convenza y defenderlo a muerte, pero lo cierto es que, para mí, no existe, en este momento, una respuesta correcta. En cualquier caso, voy a mojarme... al fin y a cabo, para eso entráis, no?

De entre todos los argumentos, yo voy a poner los míos; Da igual la riqueza que plantee el entrenador de turno que venga a Vitoria... Mientras Luís y Pablo coincidan en los últimos minutos en el campo, el Baskonia será previsible... Esta situación se corta únicamente con tres alternativas; perdiendo a Pablo, perdiendo a Luís o coartando a ambos. Como declaración de intenciones, jamás plantearé en este blog el corte de Luís.

Scola tendrá siempre el puesto de capitán de mi equipo soñado. Pero lo cierto es que en estos momentos su continuidad está en el aire. Luís sigue soñando con la NBA, como cada verano, a pesar de jaula creada a partes iguales por la ley de la esclavitud que imponen los Spurs y por la cláusula que un joven Luís firmó en su día. Cualquier día puede convertirse en sueño para Scola y en pesadilla para nosotros, y la primera quincena de Julio es esa época del año en la que Luís, los Spurs y los baskonistas se miran con miradas anhelantes.

No emito juicio absoluto sino condicionado;

Mientras Luís no aclare su futuro, no vendería nunca a Pablo. Perder a ambos a la vez sería catastrófico, por mucho dinero que se sacase...

Una vez que Luís decida, mi postura estaría clara; confiaría en un binomio Planinic-Scola; Creo que Zoran puede ser el elegido para la siguiente sucesión efectiva en la dirección tras un año titubeante que, sin embargo, ha adaptado al croata a la ACB. Estoy convencido de que el año que viene, Zoran desarrollará todo ese potencial que se le intuye, y ojala lo haga a los mandos del Baskonia...

Eso si, si Luís finalmente logra su sueño... Pablo pierde su precio. Las reconstrucciones... poco a poco, y perder a Scola sería un mazazo excesivo...

PD. Notesé que no he hablado de cupos. No me parecería justo hablar de ninguno de estos dos jugadores por su pasaporte